No
existen unas reglas mágicas de comportamiento para la realización
de dinámicas de grupo, ya que en función del puesto al que optes,
se van a valorar positivamente unos aspectos u otros. Aún así te
facilitamos algunas pautas que, sin duda, te ayudarán a afrontar
mejor estas pruebas:
Intenta
controlar tus nervios.
Muéstrate
tal y como eres. Sé natural.
No
consideres al resto de participantes como enemigos.
Define
con firmeza tus criterios y lucha por ellos de forma razonada.
Firmeza y seguridad son valores positivos para cualquier puesto.
Cambiar
de opinión no es negativo, si lo argumentas.
Respeta
siempre las opiniones de los demás.
La
actitud a la hora de hablar es fundamental, ya que lo que se valora
en este tipo de pruebas no es tanto el “qué se dice”, sino el
“cómo se dice”.
Si
te entregan alguna documentación, léela con atención y marca la
información más importante.
Participa
activamente y contribuye a que el grupo logre su objetivo.
Muéstrate
dialogante, abierto/a y con capacidad de escucha hacia los demás.
Toma
notas de las aportaciones interesantes.
Invita
a participar a los/as candidatos/as más callados/as.
Participa
con ideas claras, concisas e integrando cuando sea posible las
intervenciones de los demás.
Procura
aportar soluciones.
Vigila
el tiempo e intenta que el grupo llegue a un acuerdo en el tiempo que
os han dado.
No
tienes por qué intentar asumir siempre el papel de líder, pero sí
crear un ambiente de trabajo agradable a tu alrededor.
No
olvides que no hay perfiles buenos ni malos, todo depende de las
características de personalidad que el puesto de trabajo requiera.
Si
has seguido estos consejos es muy probable que hayas superado tu
proceso de selección y hayas conseguido el puesto de trabajo. Pero
esto no termina aquí, debes seguir esforzándote por mantenerlo y/o
progresar profesionalmente.