La
primera impresión será muy difícil de borrar.
Por
esta razón es muy conveniente que cuides tu imagen:
Cuida
tu apariencia utilizando un vestuario discreto, formal y adaptado al
puesto
de trabajo.
Lleva
el pelo bien arreglado.
Utiliza
maquillajes poco llamativos.
Evita
las colonias fuertes.
Controla
la ansiedad practicando técnicas de relajación:
respiraciones
profundas, etc.
Obtén
la máxima información sobre la empresa, el puesto, el sector al que
se
dedica.
Prepara
el análisis del puesto de trabajo:
Estudia
el anuncio en prensa, el organigrama de la empresa, etc.
Prepara
tu currículum adaptándolo al puesto concreto.
Prepara
vocabulario sobre el puesto.
Ten
en cuenta que la mayoría de las veces te van a citar a la entrevista
a
través
del teléfono, por lo que te aconsejamos que cuides también este
momento.
Por
ello procura no ponerte nervioso/a cuando recibas la llamada y cuida
aspectos
como:
tu
tono de voz, la amabilidad, la simpatía, brevedad.
Durante
la entrevista :
PRESENTACIÓN
Y PUNTUALIDAD.
Es
importante que llegues con la antelación suficiente para
tranquilizarte
antes
de su inicio.
Deja
que la persona que entrevista lleve la iniciativa y sea quien te dé
la
mano
en primer lugar, porque es quien lleva el control de la entrevista.
Da
la mano de forma enérgica pero que el apretón no sea excesivo. o
Saluda al
entrevistador/a por su nombre si lo conoces.
LA
COMUNICACIÓN VERBAL
Cuida
que el lenguaje sea adecuado y adaptado al puesto de trabajo, que no sea
ni pedante ni demasiado coloquial.
Evita
palabras con connotación negativa:
“El
problema es...”.
Emplea
frases cortas y verbos de acción, un lenguaje directo hará que
el/la
entrevistador/a no necesite un exceso de concentración para entender lo
que dices.
Expresa
seguridad:
“Estoy seguro/a
...”, “sabré estar a la altura...”.
Expresa
motivación y entusiasmo:
“Estoy
muy interesado/a...”, “estoy muy ilusionado/a con la posibilidad
de...”.
Expresa
logros:
“Estuve
responsabilizado/a de...”, “aquello me ha ayudado a conseguir..”.
COMUNICACIÓN
NO VERBAL
Tan
importante es lo que dices como lo que no dices pero dejas ver. La
comunicación
no verbal proporciona al entrevistador/a tanta información o más
que la que tú manifiestas.
La
postura:
No
te sientes hasta que te lo indiquen. La postura debe ser natural, hay
que sentarse
de manera correcta, ni apoyado/a atrás (puede demostrar desinterés) ni
muy incorporado/a hacia adelante (puede
demostrar nerviosismo e intranquilidad).
Cuida
el tono de voz:
no
hables demasiado alto ni deprisa. Es importante guardar silencios
para
escuchar
al entrevistador/a y no precipitarse en las respuestas.
Intenta
controlar tics o gestos, evita movimientos que se acostumbran a
hacer
cuando se está nervioso/a: Rascarse la nariz, tocarse el pelo, etc.
Estos
movimientos denotan nerviosismo e inseguridad, falta de control.
Durante
la conversación es correcto que apoyes tus explicaciones con los
gestos
de las manos pero procura que esta gesticulación no sea excesiva.
Mira
a los ojos del entrevistador/a:
El
contacto visual es importante porque indica sinceridad y seguridad en
ti
mismo/a.
Sonríe
moderadamente:
La
sonrisa relaja el ambiente, abre los canales de comunicación y
facilita un estado
de ánimo positivo.